Iberostar Tenerife gana a los Vipers y disputará la gran final (110-89)

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  • Un último cuarto de ensueño mete al Canarias en otra cita histórica, la disputa de su segunda final de la Copa Intercontinental

Por José Luis Hernández / Fotos: FIBA y CB Canarias/E. Cobos

La Laguna (Tenerife), 08 de febrero de 2020

Otra noche memorable para los anales del canarismo. El Iberostar Tenerife ganó al Río Grande Valley Vipers, actual campeón de la Liga de Desarrollo de la NBA G-League además de equipo vinculado a los Houston Rockets, (110-89), y se proclamó brillante finalista de la Copa Intercontinental Tenerife 2020. El equipo de La Laguna se medirá mañana domingo a la Virtus de Bolonia, bestia negra del Canarias en la pasada final de la Liga de Campeones de Baloncesto, ganador de la primera semifinal al deshacerse con suma facilidad del San Lorenzo de Almagro argentino (75-57).

Trabajo excelso de los canaristas para poder superar a los estadounidenses, que jugaron sus cartas, explotando su físico en un encuentro muy vivo e intenso. Nunca se había enfrentado el equipo tinerfeño a uno de la Liga de Desarrollo, un rival el norteamericano, que trato y logró, imponer un alto ritmo al choque.

El partidazo realizado por el madrileño Santi Yusta, se fue hasta los 42 de valoración,  sirvió a los de Vidorreta para destrozar a los americanos en el último periodo, sumado al buen trabajo de Fran Guerra e Iffe Lundberg, argumentos que explican, en parte, el histórico triunfo de la escuadra lagunera, después de que las Víboras del Valle de Río Grande crearan innumerables dificultades a los laguneros.

 

Comenzó el partido con el visitante Jarrel Martin liderando el juego de los estadounidenses mientras el local Sasu Salin respondía a base de triples. Lo intentaba entonces el Canarias metiendo balones en la pintura con Gio Shermadini como principal destinatario, pero no había manera de que los anfitriones lograran imponer su juego. Es más, los Vipers amagaron con irse a lo diez puntos de diferencia (12-20) hasta que la segunda unidad aurinegra igualó un choque, gracias a un parcial de 14-4, que contó con la baja por lesión de Dani Díez y de Georgios Bogris, debido a la necesidad de tener a Alberto Cabrera y Fran Guerra para cumplir con los cupos nacionales de la competición. Se llegaba a la finalización del primer cuarto con muchísima igualdad en el electrónico (26-24).

Dos triples de los norteamericanos volvieron a darles la delantera en el videomarcador (26-30). En ese momento los tinerfeños actuaron sobre el punto débil visitante, la defensa, lo que permitió a los laguneros colocarse por delante (38-33). El ritmo de juego no le venía bien al baloncesto que practica el Canarias, al que le costaba una barbaridad adaptarse a las circunstancias. Las primeras aportaciones de Santi Yusta, a la postre figura aurinegra, sumadas a las brillantes acciones ofensivas del canario Fran Guerra en la pintura y la verticalidad de Iffe Lundberg dieron la vuelta al marcador hasta el 51-48 del descanso. Los estadounidenses que se deplazaron hasta Tenerife, sorprendentemente, con 10 jugadores, rotaban con 9 por la lesión de White, pero sobre el parqué no se notaba en absoluto.

Una técnica señalada al canarista Gio Shermadini dio alas, aún más, a los campeones de la G-League, afortunados en el lanzamiento desde más allá de la línea de 6,75 metros y especialistas en el uno contra uno. Pero a pesar de ello, el marcador reflejaba una igualdad máxima a falta de cinco minutos para finalizar el periodo (60-60), algo que se mantuvo hsta finalizar el tercer periodo (70-68).

Un triple de Aaron White colocó al Canarias seis puntos arriba, 78-72, con poco más de siete minutos para finalizar la segunda semifinal. Parecía que los locales se podrían despegar definitivamente, pero los estadounidenses no estaban por la labor. Un parcial de 0-5 los volvió a meter de lleno en el choque (78-77) para mantener las espadas en todo lo alto. En ese instante Santi Yusta tomó el liderato del juego local, anotando cinco puntos consecutivos (83-77). Una falta antideportiva a favor del Iberostar Tenerife, cuyos tiros libres también anotó Yusta (85-77) y una técnica que también transformó el alero canarista daba fortaleza a los suyos en el electrónico (86-77). Pero no había acabado ahí el shoy de Yusta. Otro triple suyo rompió el partido a menos de dos minutos para finalizar el encuentro (94-82) rubricando una actuación para enmarcar. A los Vipers se les habían acabado los recursos y el Canarias despejó su camino, triunfal, hacia otra final de ensueño con un claro 110-89.