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El base aragonés del Canarias fue la estrella de la noche y recibió el reconocimiento de un pabellón lleno de amigos y familiares que disfrutaron de su primer partido, como local, con la selección.
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José Luis Hernández / @JoseLuisHdezT7
Fotos: FEB y AC Maier/SuperBasket Canarias
27 de febrero de 2018
ZARAGOZA – Con 33 años y estrenando paternidad, su hijo Rodrigo nació en Tenerife, el base aurinegro Rodrigo San Miguel, rodeado de amigos y arropado por sus familiares, fue este lunes el protagonista principal de la afición zaragozana en un día inolvidable para él, en el que disputó su segundo encuentro con el equipo nacional español. Fue el primero en España y lo hizo en su tierra.
Cuando anunciaron su nombre y su habitual doble cero, el pabellón, puesto en pie, aplaudió a rabiar. Rodrigo se ha ganado el respeto y el cariño del baloncesto nacional con una trayectoria deportiva intachable. Saltó al parqué en el minuto 7 y el segundo balón lo convirtió en una asistencia para Sebas Saiz. No anotó tanto como en su primer partido frente a Bielorrusia, terminó con 3 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias, pero, como reconoció el propio Sergio Scariolo en la rueda de prensa posterior al encuentro «aportó un extra defensivo clave para edificar la renta española ante la correosa selección de Montenegro».
«Al principio estaba un poco nervioso por jugar en casa, delante de mi gente, pero estoy muy contento con la experiencia. Estoy muy agradecido por el recibimiento de la afición zaragozana. He notado el apoyo, desde luego», manifestó el jugador canarista.
«Una tarde como la de hoy -por la de ayer lunes- es un premio a toda una carrera. Después de jugar 400 partidos en la Liga ACB, que te llegue la oportunidad de debutar con la selección española es increíble. Lo estoy saboreando más que si me hubiera tocado debutar con 22 años. Es un gran premio», añadió en declaraciones a SuperBasket Canarias. «He saboreado las pequeñas cosas y el apoyo constante de la gente», finalizó.
