Opinión. Xavi Rey, “persona non grata” para el canarismo

0
1986

Fotos: ACB Photo

José Luis Hernández (sbc) La Laguna (Tenerife)

Hay ciertos personajes sobre los que no vale la pena escribir. Créanme que en ese apartado tenía incluido al jugador que ocupa estas líneas, pero no podía dejar pasar la oportunidad, ante la visita del Montakit Fuenlabrada a La Laguna, para dedicarle algunas palabras al mercenario deportivo que nos ocupa y que despreció, menudo ingrato, la camiseta que le dio de comer, y más importante aún, la entidad que lo recuperó como jugador de baloncesto.

Xavi Rey, persona «non grata» para el canarismo, nos dejó, literalmente, tirados en el peor momento posible, justo cuando el Canarias no parecía encontrar el camino de la victoria y ocupábamos una de las últimas posiciones en la clasificación de la Liga Endesa con un contundente (0-5). Con la marcha de Alejandro Martínez, el «profesional» Rey se «mandó a mudar». Si te he visto no me acuerdo, debió pensar el catalán, que tomó rumbo a Madrid cuando ya estaba recuperado de su grave lesión.

La afición del Canarias, fiel e inteligente donde las haya, perdona pero no olvida y les puedo asegurar que la marcha en estampida de Rey aún sigue doliendo y molestando en el seno del club aurinegro y, por supuesto, en todo su entorno.

Xavi, el Rey de la deslealtad, ya no debe acordarse del cariño que recibió en Tenerife cuando, después de haber sido recuperado por los servicios médicos y de fisioterapia del Canarias, los aficionados y todo el club le mostraban su apoyo y comprensión. Hasta en los momentos en los que fallaba más que una escopeta de feria, recibía aplausos de una afición entendida y sabedora de que el «profesional» necesitaba minutos de juego, para, poco a poco, lograr su mejor nivel.

Justo cuando ya comenzaba a ayudar al equipo y a devolver, de forma mínima, todo lo que se había hecho e invertido en él optó por irse. Ni siquiera la buena voluntad de Txus Vidorreta, aconsejándole su continuidad en el Iberostar Tenerife Canarias, sirvió para que reconsiderara su idea de abandonarnos. El chico lo tenía claro, se iría al Estudiantes, un club histórico pero en horas bajas que, por cierto, juega en la Liga Endesa con la plaza deportiva del Canarias.

“Quiero sacar todo el baloncesto que tengo dentro y por eso ficho por el Estudiantes”, dijo nada más aterrizar en Madrid. Pues bien, el pívot estudiantil jugó 18 partidos con los del Ramiro de Maeztu y estos fueron sus números. Juzguen ustedes…

Partidos disputados: 18. Minutos: 356. Puntos: 140. 55/100 canastas de dos. 30/51 tiros libres. 77 rebotes. 12 asistencias. 5 recuperaciones de balón y 19 pérdidas. Valoración: 131.

Desde este medio de comunicación digital, el único especializado en la información del Club Baloncesto Canarias, queremos desearle todo la ventura posible. Xavi Rey «persona non grata» para el canarismo, seguro que intentará demostrar ante los nuestros lo que nunca hizo con nosotros, es decir «sacar todo el baloncesto que lleva dentro». La verdad es que a su nuevo equipo le hace falta, solo hay que mirar el lugar que ocupan los jugadores naranjas en la clasificación, y a él también. Cortado por el Estudiantes, se quedó sin equipo, no encontró acomodo en España ni en Europa y convertido en un triste temporero, los hay con mucha clase como Carl English por ejemplo del que podría aprender mucho, ocupa ahora la plaza del lesionado Blagota Sekulic, otro ex canarista, pero este último gran persona que salió por la puerta grande del club.

Y todo esto se lo decimos al jugador con valentía. Estaremos cubriendo el partido de nuestro amado Canarias, el mismo que él despreció y dejó tirado en la cuneta, así que no piensen que nos escondemos detrás del teclado de una redacción para decirle lo que realmente pensamos a este desagradecido, a juzgar por sus actos.

Tan solo deseo que la pitada que recibas en el pabellón de Tenerife Santiago Martín sea de las que hacen historia. Que no te encuentres cómodo en la cancha porque cada vez que tengas el balón en tus manos, que, sinceramente no creo que sean muchas, notes el abucheo de los que un día fueron tus aficionados y a los que tú, amparándote en una cláusula de salida burocráticamente lega,l pero moralmente de dudoso gusto, diste las espalda.

Ahora, en declaraciones recientes, responsabiliza de su salida del club a su ansiedad… Al final la culpa va a ser de la ausencia de tranquimazin. Vivir para leer…

Dicho queda. ¡Vamos Canarias!