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Nuevo escándalo arbitral en la Copa con Hierrezuelo como verdugo y el Canarias como víctima
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Se repite la historia de la pasada edición de la Copa del Rey Madrid 2019
Por José Luis Hernández / Fotos: acb Photo
Málaga, 15 de febrero de 2020
La Copa del Rey ha vuelto a vivir un escándalo en forma de polémica arbitral. MoraBanc Andorra jugará las semifinales de la Copa del Rey por primera vez en su historia, y lo hará tras ganar (85-87) al campeón de la Copa Intercontinental, Iberostar Tenerife, con la complicidad arbitral en su duelo de cuartos de final, un partido sin favoritos que los de gris, léase Hierrezuelo y sus secuaces, se encargaron de condicionar en los minutos finales en contra de los intereses aurinegros.
El playmaker Marcelinho Huertas, descomunal en la noche de ayer con 20 puntos y 12 asistencias, fue el actor principal del encuentro, liderando la remontada aurinegra y dando la cara en los últimos instantes del mismo. El de Sao Paulo completó la citada remontada a falta de cuatro minutos para el final, colocando al Canarias un punto arriba (78-77), circunstancia que volvió a repetir a falta de solo 35 segundos (85-84). Tras un acierto de dos puntos del visitante Llovet para adelantar al Morabanc Andorra en el electrónico, Huertas tuvo dos acciones determinantes en sus manos: la primera no fructificó tras pisar la línea de fondo en su ataque, en la que podía ser la última posesión para que ganara el Canarias. La segunda la recuperó tras forzar, de manera inteligente, una falta en ataque que dio a los laguneros una segunda opción de triunfo a solo 3.5 segundos para la finalización del encuentro.
En ese instante saltó el escándalo. Una clamorosa falta antideportiva sobre el canarista Konate que acabó sobre el parqué tuvo como interpretación arbitral la mirada hacia el infinito. Es decir, no pitaron lo que sí vio todo el Palacio de los Deportes de Málaga: una personal antideportiva del tamaño de una catedral. Así se las gasta Hierrezuelo, por si alguien tenía alguna duda.
Un parcial inicial de 6-0 de los tinerfeños fue contestado por el equipo entrenado por Ibón Navarro, apoyado en la inspiración ofensiva de Todorovic, autor de 13 puntos en los primeros diez minutos de partido, para equilibrar el choque y, además, poner en ventaja a los suyos al finalizar el primer cuarto (24-28).
El dúo dinámico del Canarias, Shermadini y Huertas, era el argumento principal del Iberostar Tenerife, que fue siempre por detrás en el marcador durante el segundo periodo, unos minutos que fueron protagonizados por el pívot andorrano Diagné. El interior anotaba con facilidad, lo que permitió a los del Principado aumentar su renta al llegar al descanso (42-49, minuto 20).
El juego físico de los jugadores de azul se impuso en la segunda mitad, en la que la capacidad de liderazgo y el empuje de Marcelinho Huertas, sumado a los destellos de calidad de Sasu Salin permitió a los canaristas igualar el partido. Pero la igualdad fue fugaz. Los andorranos anotaron un par de canastas y se volvieron a marchar en el marcador con una renta de 8 puntos (62-70).
Ahí comenzó la remontada del Canarias. Huertas fue desgastando la moral de los del País de los Pirineos, llegándose a un final tremendamente igualado. Y en este punto volvemos al punto de partida de esta crónica. Suya fue la canasta que puso por delante al Iberostar Tenerife a falta de treinta segundos. Llovet acertó en la siguiente jugada para el Andorra, pero el Canarias no perdió la fe y, tras perder la pelota, recuperaron la posesión del balón forzando una personal en ataque de los jugadores de azul. A partir de ahí todo fue surrealista. Hierrezuelo y sus colegas se pusieron la venda en los ojos para no querer ver la clara personal antideportiva que se cometió sobre el canarista Konate. Protestaron mucho, muchísimo, los jugadores, cuadro técnico y los quinientos seguidores aurinegros desplazados hasta Málaga la acción, pero los árbitros ya habían decidido qué equipo iba a ganar el encuentro. Andorra ya es semifinalista de la Copa por primera vez en su historia. Así cualquiera.