Fotos: Cedidas / Javi Enjuanes
José Luis Hernández (sbc) Enviado especial a Lleida
El partido comenzó con un intercambio de canastas entre los dos equipos, con Vitor Faverani y Rodrigo San Miguel como protagonistas de las mismas. Pero Pocius y Baron, dos de los principales fichajes del conjunto murciano, no quisieron tener un papel secundario y decidieron que era el momento idóneo para abrir diferencias en el electrónico. Así lo hicieron.
Txus Vidorreta, entrenador aurinegro, quiso rotar el extenso banquillo canarista para conseguir una reacción de los suyos, y Fran Vázquez, fichaje estrella del conjunto tinerfeño, en la primera pelota que tocó, anotó. Esto no intimidó a los de Óscar Quintana que, bajo las órdenes del «malabarista» argentino Facundo Campazzo, siguió mandando en el marcador de Barris Nord, magnífica instalación pero muy calurosa, llegando al final del primer cuarto con una diferencia de seis puntos favorable a los peninsulares (16-22).
Segundo cuarto: más de lo mismo.
Tras la reanudación, el Iberostar Tenerife Canarias parecía que iba a seguir sin poder asaltar el marcador, y salvo algunos intentos del lituano Marius Grigonis, poco más pudo verse en el tercer cuarto pero fue suficiente para que los de Vidorreta recortaran la diferencia en el marcador y se acercaran a seis puntos, aunque un triple de Pedro Llompart volvía a distanciar a los suyos.Pero las cosas no iban a quedar así. El Canarias sacó su orgullo y lo puso en movimiento. Una canasta del madrileño Javier Beirán y luego otra de Bogris volvieron a meter el miedo en el cuerpo al UCAM Murcia, teniendo, Óscar Quintana, que solicitar un tiempo muerto para reorganizar a sus jugadores en los últimos 20 segundos del tercer cuarto. Le salió bien. Pick and Roll entre Campazzo y Soko y casi sobre la bocina el británico la machacó para dejar el 57-64 en el luminoso.