Los árbitros expulsan al Canarias de la Copa del Rey

• Iberostar Tenerife estuvo a punto de remontar al Barcelona en los últimos segundos del partido pero los árbitros se encargaron de abortarlo

• Txus Vidorreta acabó de rodillas y expulsado

José Luis Hernández / Fotos: ACB Photo
Madrid, 16 de febrero de 2019

Un final vergonzoso. El Barça Lassa podrá defender hoy domingo (19.00 horas) el título de la Copa del Rey ganado hace un año en Las Palmas de Gran Canaria, gracias a la actuación final de los árbitros del partido. Pizarro, Conde y Peruga se convirtieron en tristes protagonistas del encuentro después de favorecer, de manera clara y escandalosa, al Fútbol Club Barcelona en los minutos finales del choque. Tras un parcial de 2-17 para los canaristas, con 2:35 en el electrónico por disputarse y la escuadra lagunera lanzada a por la remontada, los citados anteriormente optaron por favorecer a los culés.

Una clara falta sobre Tim Abromaitis, cometida por Kuric y que no fue señalizada, así como una falta inexistente señalada a Brussino cuando Abromaitis ya se disponía a anotar, y que hubiese puesto a los aurinegros a dos puntos de los blaugranas, son solo una muestra. Incluso hubo que consultar el Instant Replay para dar la razón al conjunto tinerfeño en dos acciones que los colegiados ya habían señalado en contra de los de La Laguna.

Por si esto fuera poco, Txus Vidorreta fue expulsado de la pista por ponerse de rodillas y decir "por favor", ante la injusticia de la falta personal señalada al internacional argentino Nico Brussino. La reacción de todos los espectadores del WizinkCenter, a excepción de los seguidores catalanes, claro está, fue la de ponerse en pie y aplaudir al técnico vasco mientras este abandonada el parqué.

De inicio, la escuadra lagunera se encontró con la dureza defensiva de los azulgranas, anunciada previamente por Pesic, que colapsaron las líneas de pases aurinegras e impusieron su físico en la pintura. El Canarias, un tanto desconcertado, cometió varias pérdidas del balón y el Barcelona se fue en el electrónico (15-8). Los canaristas reaccionaron para igualar la contienda con un parcial de 0-7 (15-15), tras un triple de Lucca "Cañonero" Staiger, pero sin encontrar su juego, por lo que no pudieron darle continuidad a  su reacción ante la ausencia de la "Marca Vidorreta".

Un parcial de (10-1) para los blaugranas puso tierra de por medio en favor de los, ayer, locales. Los triples de Kuric, sumados a la calidad de Seraphin y Hanga, ampliaron la renta de los catalanes hasta los 14 puntos (41-27). El Iberostar Tenerife mostraba entonces su peor versión (41-29 al descanso) y, aunque entró en el tercer cuarto con un parcial de 4-0, canastas de Iverson y Abromaitis, el Barcelona tiró de su profundidad de banquillo para volver a tomar el control del encuentro.

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Los de la Ciudad Condal anotaban con cierta facilidad y elevaron su ventaja su ventaja hasta los 24 puntos (80-56), pero el orgullo, una constante en el ADN canarista, hizo que los de Aguere volvieran a reaccionar. Ferrán Bassas tomó el liderazgo defensivo de los aurinegro, Nico Brussino comenzó a aportar de manera sublime y, tanto Tim Abromaitis como Colton Iverson empezaron a anotar, ahora sí, con la fluidez deseada.

La demostración de raza y pundonor del equipo fundado en 1939 sacó al Barcelona del encuentro y aunque la distancia en el luminoso era muy grande, el Canarias siguió intentándolo, sin descanso y con jugadas espectaculares como un alley oop de libro culminado por Sebas Saiz. Con la Fiebre Amarilla dejándose la garganta en las gradas en contra de algunas decisiones arbitrales, un triple de Lucca Staiger puso a los laguneros  insulares a solo cuatro puntos (87-83), con 20,9 segundos por delante. Y ahí retomamos los primeros párrafos de esta crónica.

La jugada posterior dejó bien claro, desde el prisma arbitral, quién tenía que pasar a la final. Un claro robo de balón de Nico Brussino, fue castigado con falta y Txus Vidorreta, arrodillado en el parqué implorando clemencia, recibió la segunda técnica y la consiguiente descalificación que le mandó al vestuario, con casi todo el Wizink Center indignado, literalmente subiéndose por las paredes. Ribas aprovechó el excelso regalo de los de gris y no falló desde la línea del tiro libre, dejando el camino libre para la victoria del FC Barcelona, otorgándoles el pasaporte para la final de esta tarde. Así cualquiera.