Foto: La Provincia / Diario de Las Palmas
Redacción (sbc) La Laguna (Tenerife)
Ya está en marcha el proyecto ‘Carmelo Cabrera, el ‘Globetrotter’ blanco’, obra de literatura deportiva escrita por el periodista tinerfeño José Luis Hernández Torres. El libro recibió una multitudinaria bienvenida en el día de su puesta en marcha, su presentación, en Las Palmas de Gran Canaria. La misma tuvo lugar el pasado jueves, día 25 de febrero, y fue la primera de las tres presentaciones que, por el momento, van a realizar tanto su autor como el protagonista de la misma, Carmelo Cabrera.
En la presentación en tierras grancanarias, realizada en el ‘Club La Provincia’, la afición al baloncesto de la isla quiso rendir tributo a la figura del mejor jugador canario de la historia, además de uno de los mejores españoles y europeos. Con un salón de actos lleno, con todas las butacas ocupadas y muchas personas de pie, se repasó parte de la trayectoria del mito viviente del baloncesto, ahondando en sus inicios, cuando decidió que el baloncesto marcaría su vida, aunque coqueteó con el fútbol, como se explicó durante el acto y se refleja en las 504 páginas de las que consta la publicación de la prestigiosa editorial ‘Círculo Rojo’.
Un emocionado Cabrera agradeció las muestras de cariño de sus paisanos «en uno de los días más felices de mi vida», justo cuando ‘Carmelo Cabrera, el ‘Globetrotter’ blanco’ ya ha comenzado a ser adquirido y leído. Además, hay que destacar la marcada razón social del libro, ya que un euro de cada venta, de los 20 euros de precio del mismo, será destinado la ONG ‘Corazón y Vida de Canarias’.
Al acto, presentado por el periodista tinerfeño Javier Fernández, además de numerosas autoridades políticas y deportivas de la isla, acudió Aíto García Reneses, actual entrenador del Club Baloncesto Gran Canaria en Liga ACB y entrenador que, por su longeva trayectoria, ha estado también presente en la progresión de Carmelo Cabrera en circunstancias cestistas.
«Estoy cumpliendo un sueño y nunca podré agradecer a Carmelo Cabrera todo lo que me ha dado y me da. Haber podido escribir este libro y estar presentándolo junto a él es impagable», manifestó un feliz José Luis Hernández, periodista lagunero autor de la obra literaria editada por ‘Círculo Rojo’, prestigiosa editorial número uno en España. Hernández confesó «la labor de investigación que este libro ha tenido, ya que, por los años en los que Carmelo jugó al baloncesto, no existen muchos datos suyos informatizados y hemos tenido que acudir a numerosas redacciones de medios de comunicación para consultar periódicos de esos años y recabar ese tipo de información de las propias publicaciones», explicó, «una tarea que nos ha llevado unos siete años», confesó. «Espero y deseo que quien adquiera y lea este trabajo lo disfrute, ya que es un homenaje a Carmelo y al que espero que se sumen las autoridades bautizando alguna instalación deportiva, una calle o una plaza con el nombre de Carmelo Cabrera, ya que sería una muestra de respeto y admiración a su figura totalmente merecida y que aún, por desgracia, no se ha producido», demandó el autor de ‘Carmelo Cabrera, el ‘Globetrotter’ blanco’.
Tras varios minutos de ovación, con la sala al completo puesta en pie, Carmelo Cabrera agradeció «la presencia de tantas personas» amen de «la colaboración de tantas personas que han ayudado a José Luis Hernández a recopilar datos para el libro y de los patrocinadores que han hecho posible su publicación», tales como Marmotor, Meprolim Cavas Catalanas S.L, la página web ‘SuperBasket Canarias’ y el Instituto Municipal de Deportes de Las Palmas de Gran Canaria, además de agradecer a Hernández que haya llevado a cabo la publicación del libro.
Acompañaron a Carmelo Cabrera y a José Luis Hernández tanto Santiago Galván, ex jugador del Claret, como Tino Montenegro, quienes fueron compañeros de Cabrera en sus inicios en las canchas de su barrio y su colegio, además de los inicios en el baloncesto federado. Ambos, recordaron anécdotas como ver al jugador de baloncesto haciendo sus pinitos con un balón de fútbol, aunque no dudaron en agradecer «que se decidiese por el baloncesto, porque a la vista está que hubiese sido una gran pérdida que no fuese así».
También recordaron que «era una delicia verlo jugar al baloncesto desde muy niño, ya que era el único al que veíamos controlar el balón, botarlo, pasarlo y tirar a canasta de una forma distinta a todos los demás, a cualquier jugador de cualquier edad, incluso mayores que él. Un día daba un pase por la espalda, otro botaba el balón entre sus piernas y otro daba una asistencia sin mirar», reseñaron, «era un científico, un inventor», añadió Galván, «un mago en una cancha», sentenció Montenegro, quien relató una curiosa anécdota: «en Granada, de niños, en un desplazamiento para un torneo, me hizo comer de golpe una papa brava, sin yo saber qué era, y me explicó que la comiese sin más y que si me picaba me aliviara pegando la lengua al mármol de la pared», relató entre carcajadas. «Así era y es Carmelo», prosiguió, «una maravillosa persona, un amigo desde la infancia y de toda la vida», subrayó.
